El TDAH es un trastorno neuropsicológico, que se debe a un desequilibrio bioquímico cerebral, relacionado con los neurotransmisores dopamina y norepinefrina. Este trastorno presenta síntomas de falta de atención, de hiperactividad – impulsividad o de ambos.
Todos los síntomas no tienen por qué presentarse de forma conjunta, por consiguiente, en los diagnósticos se considera a un grupo mayoritario que solo presenta desatención y el resto lo ocupan los grupo formados por los casos que presentan hiperactividad-impulsividad y los que presentan los dos síntomas.
Se utiliza el término trastorno debido a que estas manifestaciones interfieren en la vida familiar, académica y/o social del niño, adolescente o adulto y en la vida laboral o marital de este último. El déficit de atención es un trastorno neurocomportamental muy común, que le ocurre a un 5 a 10% de los niños en la etapa escolar y a un 3 a 6 % de los adultos. Es una de las condiciones médicas más frecuentes entre los niños en la edad escolar (está comprobado que 5 de cada 100 niños tienen TDA o TDAH) aunque la condición continúa, como mínimo, en el 70% de los casos en la adolescencia, y en un 50% en la vida adulta.
Como consecuencia de los síntomas del TDAH se genera en la gente, pero sobre todo en los niños, una desorganización conductual y cognitiva que producen una serie de problemas significativos como el bajo rendimiento académico, la dificultad en la regulación de sus estados emocionales; también una serie de problemas interpersonales, tanto en el plano familiar (padres, hermanos), como en el social (grupo de pares), una baja autoestima y sobre todo, creo yo, genera en estos niños una imagen estereotipada de gente malcriada e incorregible, en el caso de los que presentan fundamentalmente hiperactividad e impulsividad, y de perezosos, descuidados y torpes en los casos que presentan básicamente déficit de atención. A pesar de todos estos problemas debe quedar en claro que el TDAH no está, para nada, asociado directamente con un coeficiente intelectual bajo o deficitario.
Por otra parte, el TDAH no es un trastorno muy conocido por la gente, sus estudios más importantes son relativamente recientes y hay una serie de características que pueden causar en las personas una impresión o imagen no adecuada del niño con el trastorno.
jueves, 8 de julio de 2010
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